PARA-PARA-PARADISE

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miércoles, 22 de septiembre de 2010

Various III

Una felicidad que llena todo tu ser, desde la punta de los pies hasta la punta de la nariz. Y te hace ver todo positivo, miras a tu alrededor y quieres dar gracias a lo que sea por esto. Por todo y por nada, por tener lo que tienes y por no tener lo que no. Por simplemente poder ser tú mismo, por tener a la gente que tienes a tu lado, por sentir esa felicidad. Y no hay una causa concreta, pero, ¿para qué preguntársela? Tienes felicidad, punto! No preguntes porqué, simplemente siéntela, por que es algo que muy pocos alcanzan de verdad. Unos fingen tenerla, otros la buscan toda la vida y la búsqueda es lo que hace perderla. Otros simplemente la tienen, y puede que te la guardes dentro, o que la grites al mundo. Grítalo! Que todos te oigan, y la gente que te quiere tendrá un poco de alegría por tu felicidad.

¿Cómo se puede querer tanto a dos personas sin que de verdad te quiera ninguna? ¿En que cabeza cabe eso? Corrección: ¿En que corazón cabe eso? Me da la impresión de que un cachito de corazón, uno lo quiere pegar con celo tras romperlo, y cada día le echa una tira más. Por otro lado, la otra persona se dedica a romper un poquito sin querer, sin saberlo, y pegar. Rompe y pega, rompe y pega. Y no es que tenga que escoger, claro que no. Simplemente querría saber que parte de mi corazón puede más, ya que la cabeza no puede escoger.

Cuando ves que hay demasiadas cosas que van mal, ruegas para que el mundo de esas personas siga en pie. La gente que verdaderamente te importa, la que no soportarías su sufrimiento. Ahí es cuando ves quien realmente importa y quién no. Ahí ves el tamaño de tu corazón, intentando salvar a eso que quieres.

El amor es egoísta. Sí, cuesta creerlo pero es verdad. Piensa: tú pretendes que el otro sea feliz para tú ser feliz. Quieres que sonría cada mañana para sentirte bien, no quieres que sufra para no sufrir por ello. Pero en casos así, el egoísmo se llama amor. Porque el egocentrismo puro es querer directamente tu propio bien. El amor es querer tu bien y el de otra u otras personas.

Si al fin y al cabo, lo más importante es aquello que decides con todo tu ser, casi sin pretenderlo. Algo que deseas tanto, un camino que realmente deseas seguir. Esas son las sensaciones por las que nos deberíamos rendir. No intentes cambiar lo que sientes profundamente. Es a lo que algunos llaman "escuchar el corazón", otros conciencia, etc. Yo simplemente digo que deseas eso, ¿por qué no seguirlo? Así se forma una vida. Con eso, un poco de coherencia e ilusión. Y con otras personas a nuestro alrededor que formen parte de nuestros sentimientos, de nuestro corazón, y tú parte del suyo.

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