Y busqué a alguien para construír mi mundo de nuevo, ladrillo a ladrillo, como un enorme rompecabezas al cual le faltaba una pieza para terminarlo antes de venirse abajo. Y en un momento dado, noté una presencia silenciosa a mi lado, que cogia un pedazo y lo colocaba en su sitio. Con tranquilidad, con lentitud incluso, pero sobre seguro. Alguien ayudaba, mientras tu intentabas destrozar su trabajo. Déjala, es una persona que intenta ayudar, destruye por otra parte...
Si pensaras en mí la mitad de lo que yo pienso en ti... Sin quererlo, sin intención de hacerlo, mi mente vuela hacia tu persona, no consigo escapar de ello. Como una mariposa que ya está muy lejos antes de que puedas atraparla, vuela libre y te encuentra. Te encuentra...
Sigo aquí, sabes? No sé si hice muchas cosas por ti, pero tu sigues contando en mi vida... No sabes cuanto.
Me da igual lo que penséis y digáis de mí. Ya soy lo suficientemente mayor y madura como para solucionar mis propios problemas, aunque a veces no pueda con ellos. Ya soy lo suficientemente mayor para saber lo que quiero. Y lo soy también para no tener que esconderme para pensar ni en ti ni en tus besos. Porque soy feliz siendo como soy, pensando lo que pienso y queriendo lo que quiero. Porque quien no me quiera aceptar que no se moleste en conocerme siquiera. Porque simplemente te quiero y estar junto a ti es lo que quiero hacer el resto de mis días. Y que nadie se atreva a evitarlo. Porque estoy cansada de decir que sin ti yo muero.
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