Take good care.

Las amistades se cuidan. Se les da una mezcla de cariño, preocupación, sinceridad y atención, con algo de generosidad. Es sólo una propuesta, claro. Sin embargo, las hay que nacen solas y se mantienen fuertes sin apenas preocuparnos, oponiéndose a aquellas que temes romper muy a menudo, y que te esfuerzas por cuidar, por escuchar en esos días que no apetecen o bien por quedar con unos en vez de otros.Tal vez algún madrugón, o una noche un poco larga de más. Una bronca o un paseo reconfortante. Muchos ya conocen una experiencia: si te centras en uno solo, acabas dando la espalda al resto. Si ocurre esto, el resto te devuelve la espalda no sin razón. Cuídalo. Tampoco falta razón a aquellos que aseguran que una amistad es un tesoro, con el tiempo lo comprobarás. ¿Conclusión? Te lo estoy diciendo, claramente: cuídalos, cuídate, cuídame.