Después de tantos meses, tantos días y horas, creo que no te he olvidado ni un poquito, y mucho menos te he dejado de querer. Creo que nunca lo quise hacer, ni siquiera lo intenté. Creo que no puedo vivir sin ti, y eso está suponiendo un problema. Cada vez que pienso en olvidar, en pasar página, llorando niego con la cabeza. Intento volver a hablarte, volver a pedir perdón por todos mis errores, pero nunca sé dónde está el valor. ¿Puede ser que no haya avanzado ni un poquito desde aquel pasado diciembre? ¿Puede ser que nunca quise olvidar?
Sé que he madurado. Sé que he cambiado y no ha sido poco, al menos para alguien tan cabezota como yo. Supongo que era necesario, crecer. Adiós, Peter. Vale, ya he madurado. ¿Si te prometo que será mejor que antes, si te prometo te querré igual que antes pero bien... volverás?
Te lo suplico, una y otra vez. Vuelve, vuelve, vuelve. Lo que pasa es que no te lo estoy diciendo a ti, nunca leerás esto porque no hay forma de que llegue a ti. No recordarás aquello que te dije una vez. O sí, pero no lo quieres mirar. Más da. Te quiero, ¿lo había mencionado antes?
PARA-PARA-PARADISE
PARA-PARA-PARADISE
lunes, 15 de octubre de 2012
Macbeth.
Hay algo en las palabras de Shakespeare que las hace todas importantes. Ni una sola palabra es prescindible en cualquier intervención. Un profesor decía que los libros que se permiten ser escritos completamente en diálogo son los de mejor calidad, los realmente buenos. Tenía razón.
lunes, 8 de octubre de 2012
¿Y si muriésemos mañana?
¿Y si muriésemos mañana? ¿Y si no estuviésemos más aquí? Cuántas cosas quedarían por decir. Todos los te quiero que te debo, el perdón que te dije pero no aceptaste, las lágrimas que escondí detrás de las palabras de este trocito de mundo. Melodrama hasta el final, pero soy una chica tras unas gafas que devora cuentos de hadas y allí, oh, todo es melodrama. Si muriese mañana siempre moriría queriéndote. Si murieses mañana jamás me perdonaría no haberte dicho nunca que, después de todo este tiempo, y siempre, te he querido y te querré.
Hoy, sin tener ni la menor idea de cómo ha pasado, sentí su olor. En un parpadeo no podía moverme, no quería dejar de inspirar, no quería que se fuera. Lo echo tanto de menos...
Cuando esto pasó, no me imaginé que volvería a verte unos minutos después. ¿Una hora? No mucho más tarde volví a ver tus ojos azules. Primero me los encontré por accidente, todavía no estaba planeado que me encontraras. Apenas me dio la voz para un saludo. Apenas pude mirar a la cara a tu amigo.
Cuando esto pasó, no me imaginé que volvería a verte unos minutos después. ¿Una hora? No mucho más tarde volví a ver tus ojos azules. Primero me los encontré por accidente, todavía no estaba planeado que me encontraras. Apenas me dio la voz para un saludo. Apenas pude mirar a la cara a tu amigo.
martes, 2 de octubre de 2012
Afterword, by Amelia Williams.
Hello, old friend. And here we are, you and me, on the last page. By the time you read these words, Rory and I will be long gone, so know that we lived well, and were very happy, and above all else, know that we will love you always. Sometimes I do worry about you, though. I think once we’re gone, you won’t be coming back here for a while, and you might be alone, which you should never be. Don’t be alone, Doctor. And do one more thing form me: there’s a little girl waiting in a garden. She’s going to wait a long while, so she’s going to need a lot of hope. Go to her, tell her a story. Tell her that if she’s patient, the days are coming that she’ll never forget. Tell her she’ll go to sea and fight pirates. She’ll fall in love with a man who’ll wait 2000 years to keep her safe. Tell her she’ll give hope to the greatest painter who ever lived, and save a whale in outer space. Tell her “this is the story of Amelia Pond, and this is how it ends”.
lunes, 1 de octubre de 2012
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